Zocodover. Homenaje Comuneros 2011

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domingo, 16 de marzo de 2014

2º Homenaje Castellano a Labordeta. 29 de marzo

 
 
 
 
Tras la muerte del gran José Antonio Labordeta el 19 de septiembre de 2010 su legado, su memoria y su ejemplo siguen vivos. Jose Antonio fue una persona excepcional en casi todas las facetas de su vida; en su faceta artística nos dejó canciones como “Somos”, “Ya ves”, “Canto a la Libertad” que muchos reclaman sea el himno de Aragón, o la “Albada de la despedida”, y tantas otras. En su faceta política supo ser “profeta en su tierra” y conectar como nadie con sus paisanos consiguiendo que la Chunta Aragonesista tuviera presencia institucional para ser portavoz de las reclamaciones de los aragoneses y de paso también las de muchos castellanos. Muchos le recuerdan por el programa en TVE “Un país en la mochila” o por el famoso “…a la mierda..” que soltó, no sin razón, en un pleno en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo aunque en todas esas facetas de su vida fue un hombre excepcional, el Partido Castellano quiere recordarle además de por su faceta artística, por lo más sencillo y por desgracia en estos tiempos también lo más excepcional, por su humanidad, por ser padre, esposo y amigo de sus amigos excepcional y por ser un político honrado, nada más y nada menos.
Por eso el próximo 29 de Marzo de 2014, casi 4 años después de su muerte, junto a su familia y amigos, y junto a la música tradicional castellana del Nuevo Mester de Juglaría, los nuevos sonidos folk de Fetén Fetén, las voces y la profundidad de los cantautores Iñaki Auzmendi y Jose Antonio Alonso, el nuevo Pop-Folk del grupo Alma y las jocosas reflexiones de los monologuistas Fernando Moraño, Richard Salamanca y Carlos Sanz, se celebra un nuevo homenaje a la figura y al legado de nuestro amigo Jose Antonio Labordeta.
El Partido Castellano junto a la Chunta Aragonesista participara en el homenaje a nuestro querido Jose Antonio Labordeta y a su familia organizado por la asociación Castilla Joven para el próximo 29 de Marzo de 2014 en la Sala Shoko de Madrid en la C/ Toledo número 86.
Las entradas tendrán un precio de 12 euros y se pueden adquirir en internet (http://www.ticketmaster.es www.ticketea.com ), en la librería El Elefante del Rastro C/Mira del rio Baja 18-20 los domingos, en Aluche C/ Illescas 131 local D de lunes a viernes o en la propia Sala Shoko C/Toledo 86 el día del homenaje.
Los beneficios se destinaran a fundaciones de apoyo a personas con discapacidad de Madrid.
Os esperamos a todos para disfrutar de una gran fiesta y del gran legado de un hombre excepcional. Hasta pronto.
 
LabordetaCartelFetén














sábado, 1 de marzo de 2014

De separatistas, separadores y otros roedores



Publicada originalmente en el “Pepinillo Mutante” por Vicente Hernández

LOS 5 REINOS
"Los catalanes, los gallegos y los vascos serían anti-españoles si quisieran imponer su modo de hablar a la gente de Castilla; pero son patriotas cuando aman su lengua y no se avienen a cambiarla por otra. Nosotros comprendemos que a un gallego, a un vasco o a un catalán que no quiera ser español se le llame separatista; pero yo pregunto cómo debe llamársele a un gallego que no quiera ser gallego, a un vasco que no quiera ser vasco, a un catalán que no quiera ser catalán. Estoy seguro de que en Castilla, a estos compatriotas les llaman "buenos españoles", "modelo de patriotas", cuando en realidad son traidores a sí mismos y a la tierra que les dio el ser. ¡Estos si que son separatistas!”.
(Alfonso Daniel Rodríguez Castelao)



En ocasiones a los que militamos en movimientos castellanistas se nos mete en el mismo saco de los nacionalistas excluyentes. El ser humano, y más, el ser humano español, tiende a la simplificación y al maniqueísmo. Y así, todo nacionalista es separatista y malo. Alguien dijo una vez que era más fácil derrotar a un ejército que a un prejuicio. Y no voy a volver sobre el tema recurrente de los nacionalismos centrífugos y centrípetos, de los que buscan separar y los que buscamos unir y construir. De Garibaldi versus Sabino Arana. Seguiremos predicando en el desierto, reivindicando una Castilla Unida como columna vertebral de una España que agoniza atacada por todos los flancos.
Hoy me apetece parar en otro tema poco tratado: el de los “otros separatistas”.
1) Por una parte, tenemos a los archiconocidos separatistas y separadores.  Los independentistas (vascos, catalanes, gallegos, andaluces…hasta castellanos) son bien conocidos, y ahora mismo en la España central son identificados con el terrorismo, la exclusión, el racismo y la xenofobia. Son, en una palabra, Satán. No voy a ser yo quien les defienda pero tampoco creo que sólo ellos sean los culpables de la situación de enfrentamiento entre territorios que sufrimos en España.
La otra cara de esta moneda y corresponsables de esta situación son los separadores, supuestamente “españolistas” : unos individuos que jalean una España de “La Roja”, “El Torito de Osborne” y las folclóricas.  Esa casposa España de charanga y pandereta. Esa España de José Luis Torrente. Estos individuos, lamentablemente muy numerosos, dicen amar a España por encima de todo, pero luego desprecian, ignoran e insultan todos los idiomas, culturas e identidades que se salen de sus tópicos flamenquitaurinos. Y así, dan vivas a España mientras insultan a alguna de sus tierras. Es de Primero de Filosofía: no se puede amar el todo odiando a una parte (Cataluña, Vasconia) o ninguneando y dejando que se pudra otra (la Castilla rural que agoniza entre despoblación e indiferencia).
2) Pero aparte de estas dos especies que se retroalimentan, a mi parecer hay otros responsables, otros separatistas disfrazados de buenos españoles. Son esos políticos y sus cómplices (en la enseñanza, en los medios de comunicación…) que desde la sacralizada transición han conseguido que la mentira y la manipulación campen a sus anchas en las regiones de lo que se vino a llamar España.

Son los que en Andalucía, desde todos los partidos, defienden las ideas pro-magrebíes de un notario sevillano que se inventó una nación que nunca existió, los que desde la Junta de ídem han llegado a afirmar que “para qué iban a estudiar los niños andaluces a Don Pelayo”, los mismos que reniegan de sus raíces castellanas y promueven el mito del Al-Andalus feliz. Los mismos que por ignorancia o mala fe seguirán erre que erre con esas ideologías que propugnan que al sur de Despeñaperros son bereberes (cuando la realidad es que Fernando III y Alfonso X repoblaron el Valle del Guadalquivir con gentes castellanas, leonesas y vascas, por ejemplo). Los que enloquecen (y no sólo en Andalucía) con todo lo que huele a norteafricano pero ocultan que las sevillanas, los verdiales, las seguidillas y buena parte de su folclore tiene su origen en la meseta.
Son la misma clase de gente que en Madrid ha conseguido que los niños crean que viven en una isla rodeada de la nada, con un paleolítico distinto al de Toledo o Guadalajara. Los que han construido una Historia de Madrid que parece empezar en la capitalidad (los siglos anteriores los despachan en ná: un poquito de carpetanos, un poquito de romanos, otro poquito de árabes, y luego llegan los cristianos a secas –ojo, no los castellanos o el Reino de Castilla, no, los cristianos como en una comparsa de esas de Alcoy-). Esa misma gente a la que se le llena la boca con la palabra España, día y noche reivindica la ultra-españolidad y multiculturalidad de Madrid, pero se salta a la torera (de las Ventas) nueve siglos de historia castellana.
Al respecto, hay que recordarles que la provincia de Madrid es un invento de 1833. Antes, buena parte de sus municipios pertenecían  a o dependían de Toledo, Segovia o Guadalajara. Estos otros separatistas han promovido desde 1983 una absurda frontera que separa a Madrid de su región natural, que hasta esa fecha era Castilla la Nueva.

Otrosí, los que desde la llamada “Castilla-La Mancha” (unión de región+comarca, o de todo+parte) cuyo nombre horrorizó hasta a un anciano Sánchez Albornoz promueven la mancheguización de una “región” donde no es La Mancha todo lo que reluce (ni Guadalajara, ni buena parte de Toledo o Cuenca son manchegas).
Y podríamos seguir : los que promovieron los "inventos" de Cantabria y la Rioja, los que hoy día pretenden separar a Soria o Burgos del resto de Castilla, los castellano-leonesistas que se han apropiado de una bandera (la cuartelada) y una historia común con el sur del Guadarrama y con medio mundo (hasta Los Angeles luce en su escudo el león y el castillo) …
¡Pobre Don Claudio, él, que tanto se preocupó por la unión de las Castillas, si viese en lo que hemos devenido!…
Podríamos seguir largo y tendido. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Separatistas, separadores y defensores del actual estado de comunidades auto-bobas.
Mucho se habla de un nuevo paradigma, de eliminar las comunidades autónomas y volver a un modelo centralista o pasar a uno federal. El centralismo puede funcionar en la jacobina Francia, pero aquí ya hemos visto el resultado: regiones ricas y pobladas vs. regiones pobres (caramba, como el estado autonómico). Y los del modelo federal… ¿Qué modelo federal quieren? ¿Un federalismo asimétrico mayor aún al que ya vivimos con unas zonas francas (Cataluña, Euskadi, Galicia, Andalucía quizá) privilegiadas y un “resto-España” de los ciudadanos de segunda? ¿O un federalismo de diecisiete comunidades elevadas a repúblicas independientes de su casa? (o sea, lo de ahora, pero elevado al cubo).
3) Frente a todas las especies anteriores y en franca inferioridad numérica, algunos propugnamos una descentralización basada en los verdaderos territorios históricos españoles: con una Castilla unida y fuerte vertebradora del país como fue su papel desde la Edad Media. Una Castilla en la que Madrid sea motor de desarrollo y no un agujero negro  como es ahora, sin la vergüenza de los desiertos demográficos como el del triángulo Soria-Cuenca-Guadalajara, el mayor de Europa. Una España que se enorgullezca de su Historia y de todas y cada una de sus identidades nacionales (como en el Reino Unido) pero sin desequilibrios, en el que, como decía el fuero de Sepúlveda, “nadie sea más que nadie” y prevalezca la solidaridad interterritorial.
Todo esto ahora es una utopía, porque estamos en manos de los partidos que estamos, y tanto el PSOE-IU (federalismo asimétrico o federalismo de diecisiete taifas) como el PP, UPyD están en lo que están: defender los intereses de las oligarquías que diseñaron las “Autonosuyas”. Y mientras la madre de España, Castilla, siga durmiendo el sueño de los justos y sus ciudadanos aborregados, esto irá a peor. En nuestras manos está cambiarlo. Tarea harto difícil pero no imposible. Torres más altas han caído.