Zocodover. Homenaje Comuneros 2011

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viernes, 18 de octubre de 2013

Disfunciones autonómicas

 
Publicado originalmente en http://tierradeuceda.blogspot.com.es

Las autonomías, como todo en la vida, tienen sus disfunciones. Normalmente una disfunción es tolerable siempre que te permita desenvolverte cotidianamente sin causarte demasiados problemas. Cuando empieza a causarlos, se convierte en una perversión intolerable. Esta mañana he estado en el ilustre Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. No es un lugar al que vaya con frecuencia, pero en esta ocasión había de resolver una incidencia. En la Escuela de Caminos de Madrid nos recomiendan la “precolegiación” a todos los alumnos próximos a acabar la carrera, para ir entrando en contacto con el Colegio y la comunidad profesional. Procedí por tanto antes del verano a precolegiarme (en mi caso en la Demarcación de Madrid, ya que he estudiado en la Escuela de Madrid), como se nos recomendaba. Cuál no sería mi sorpresa que a las semanas comencé a recibir las noticias sobre cursos, seminarios, conferencias, etc, de la Demarcación de Castilla-La Mancha. Hasta el día de hoy.



Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de
Madrid, en la calle Almagro
Fuente: Blog "Madrid con encanto"


Huelga decir que a un arriacense como un servidor le es imposible asistir a las actividades de los compañeros de Castilla-La Mancha (que se realizan en Toledo), pero sin embargo para nosotros (futuros Ingenieros de Caminos de Guadalajara) sí es importante conocer los seminarios y cursos que se realizan en Madrid porque lo tenemos a un paso y la mayoría trabajamos y estudiamos en la provincia vecina. Mi visita de hoy al Colegio era pues por el motivo comentado.

Curiosamente se me ha informado de que así son las cosas, y así se las hemos contado. En román paladino, que al estar mi domicilio en Guadalajara me adscriben como precolegiado al Colegio de Ingenieros de Caminos de Castilla-La Mancha, me guste o no. Después de debatir un rato conmigo, la persona que amablemente me ha atendido ha finalizado con la frase estelar de “es que el Sistema es así.” Finalmente me ha dicho que cuando finalice la carrera, como pasaré a estar colegiado, he de redactar un escrito firmado donde exprese claramente que quiero que me adscriban a la Demarcación de Madrid y no a la de Castilla-La Mancha.

No dudo de que “el Sistema es así.” Espero que tampoco duden los lectores que en su momento realizaré el escrito correspondiente. Al final esto no queda más que en una anécdota, pero cuando ya llevas en la vida bastantes anécdotas de este tipo pasan a constituir una molestia, o un cúmulo de molestias. Yo que pensaba hasta hace no mucho tiempo que estábamos en un país libre y bla, bla bla… A diferencia de lo que impone el Sistema, creo firmemente en el derecho de cada ciudadano para ser él mismo, sentirse como quiera, adscribirse a las organizaciones que estime oportunas y en los lugares que estime oportuno. Me opongo por tanto a que una realidad administrativa criticada y muy opinable como son las autonomías actuales en Castilla condicione mi vida cotidiana, porque es algo que no puede consentirse. 


Fuente: Cosmographiae Blavaniae tomus I (et II-IV). Parte III
Guillermo J. Blaeu. Fundación San Millán de la Cogolla

Por desgracia o por fortuna soy una de esas personas a las que leer más de una vez por semana el inventado gentilicio “castellano-manchego” nos produce un dolor estomacal agudo y severo. Probablemente me siga ocurriendo hasta el fin de mis días, ya que es la mía enfermedad incurable salvo disolución de este Ente, ganando por fin la autonomía de Castilla, o al menos de Castilla la Nueva. Y es que para un arriacense como el que esto escribe la unidad de Madrid con el resto de la submeseta sur es irrenunciable. Como epílogo me estoy acordando de una frase que me dijeron un día y que merece ser traída a estas líneas: “A mí con la autonomía de Castilla-La Mancha me pasa como a los palestinos con el Estado de Israel: que directamente no le reconozco la existencia.”

Buenos días y buena suerte ;-)










jueves, 17 de octubre de 2013

¿Nos quieren mancheguizar? (II)

Publicado originalmente por Pedro Manuel Soriano en http://elmaravedi.blogspot.com.es/


 
“Que Tajo y Duero, aunque nunca se hayan visto ni hayan mejido sus aguas caudales, son hermanos” (Miguel de Unamuno).

Castilla, con añadidos, resta identidad, oculta identidad. Mientras los catalanes pertenecen a Cataluña y no a Cataluña el Ampurdán, los gallegos a Galicia y no a Galicia – Terra Chá, Andalucía y no Andalucía las Alpujarras, Extremadura y no Extremadura la Vera…. aquí Castilla o es Castilla y León o Castilla es Castilla la Mancha. En el primer caso son dos identidades históricas y administrativas multiseculares unidas desde el siglo XIII, pero en nuestra región, se une la identidad castellana con una de sus comarcas que también es Castilla. Queda un poco raro ¿No?.

Hoy Castilla se encuentra dividida entre varias comunidades incomprensiblemente ¿Por qué trocear, ocultar, añadir o buscarnos novio o novia a los castellanos ? ¿A caso los castellanos no somos nadie por si? ¿Somos incapaces de ser nosotros mismos?, ¿ Alguien le preocupa o inquieta que seamos castellanos ?.

Para los “repartidores” a lo Javier de Burgos del 78, cuando habían resuelto las aspiraciones autonómicas de la periferia… nos tocó a Castilla. ¡¡Ancha es Castilla¡¡ Y como lo castellano les venia un poco grande y los castellanos tan pequeños, cada político tiró para su feudo. En Castilla la Nueva (desmembrada) buscaron y hallaron en el cajón de los recuerdos locales a Carlos III y su provincia de la Mancha, recortada del antiguo reino de Toledo, y lo añadieron al nombre de Castilla, quedando cubiertas las aspiraciones mancheguistas y los votos respectivos. Algunos estuvimos desde la cultura en aquella “fiesta”, pero tirando de hemeroteca conocerán nuestra opinión al respecto. Entre consensos políticos, tiras y aflojas se parió a Castilla la Mancha y lo aceptamos. Pero de aquello, a las intenciones actuales de mancheguizarnos a todos, va un tramo bastante largo.


Bien, pues no contentos entonces con romper Castilla en su identidad unitaria, ahora viendo lo que parecen ser calculadas intenciones para que el castellano no sepa ni lo que es, nos encontramos en plena tarea para suplantarlo por otra cosa. Así disfrutamos una culturización manchegista hasta en la sopa. Bueno en la sopa… todavía se llama “castellana” aunque todo se andará para mancheguizarla a su debido tiempo.
Observen a su alrededor, vean los telediarios, lean la prensa atentamente, libros de historia escritos por algunos manchegos, revistas de la Junta y otras que no lo son, incluso oigan atentamente al “hombre del tiempo” de alguna emisora cuando habla de la climatología en la Mancha, en referencia a la región, o cuando el comentarista habla o escribe sobre el equipo “manchego” al referirse al Talavera, o la tontería supina de Toledo “capital de la Mancha”, las agencias “regionales” como “Manchatour”, “Mercamancha” y un largo etc… Cuanto menos todo esto es “mosqueante”. ¿No les parece? Es posible que se trate de simplificar nuestro nombre, largo nombre de “castellanosmanchegos”, ¿ Pero por qué siempre se simplifica a costa de Castilla?.

Viendo estas arremetidas. Alguien pensará ¿Qué tiene este señor contra la Mancha o los manchegos? Pues es fácil la respuesta: ¡¡Nada¡¡. Son mis hermanos castellanos y además los verdaderos “castellanomanchegos”, por darse solamente en ellos, las dos condiciones para denominarse así. Y si el que suscribe fuera manchego, lo sería a mucha honra, la misma honra de ser castellano, español o monteño.
Por último, una reflexión. Efectivamente “disfrutamos” de un empacho del Quijote de la Mancha aunque no se den cuenta quienes lo promueven. Los empachos causan problemas de salud y ésta debe cuidarse para digerir bien el plato. ¿Por qué no diversificar? Además de D. Quijote, también es nuestra La Celestina, es nuestro El Libro del Buen Amor, la mitad del Cantar del Mio Cid, los Sonetos de Garcilaso y un largo etc… que aunque no son manchegos, también los podemos promocionar al mismo nivel que D. Quijote, aunque crean que no “vendan” tanto. Todo es cuestión de marquetink y cultura.

¿Por qué en lugar de recurrir siempre a los nombres y figuras quijotescas como los que proliferan en los organismos oficiales y por mimetismo en otros lugares, no recurrimos también a las obras anteriores?. Entonces comenzaremos a pensar que existe menos mancheguización y veremos realmente que la cultura castellana y universal de nuestra región, también es tenida en cuenta, pero mientras, la realidad continúa siendo tozuda.

No todos los manchegos son de la opinión de los “mancheguizadores”, pues todavía existe el sentido… de lo castellano y lo manchego en la Mancha.

Ahora si, un ruego a los “escribidores”, guionistas, locutores, “historiadores” y demás medios, criados en los pechos de la Logse o seguidores entusiastas de la mancheguización, al Greco no me lo hagan manchego, por favor.












domingo, 13 de octubre de 2013

De “nacionalistas con boina”, héroes del teclado y mixtificaciones varias (fragmento)

(publicado originalmente en el blog “el Pepinillo Mutante” en mayo de 2013)

“…España, las Españas, la España total también me duele y ha resultado ser una hija malcriada y desagradecida, una hija  que se droga, se aprovecha de la paga que le dá Mamá Castilla, la insulta, apalea y encima se queja de la mala educación recibida.
Hoy no toca hablar de España. Hoy toca hablar de una de sus partes, parte fundamental, ninguneada, negada en su identidad, colonizada y víctima de un genocidio cultural. Hoy no toca hablar de España, de España se habla todos los días, de Cataluña o el País Vasco se habla todos los días, de Andalucía o Galicia se habla muchas veces.

De Castilla no se habla nunca. Ni siquiera existimos. En una ocasión, me preguntó un primo de mi mujer, andaluz, qué sentido tenía un nacionalismo/regionalismo castellano, que de quién nos queríamos separar. Yo, sinceramente, hay días que querría separarme del resto de la ciudadanía española. Pero no, nosotros no queremos separar. Todo lo contrario. Queremos reunir lo que durante siglos fue una misma entidad jurídica, social y cultural.
 
Queremos desfacer los entuertos de nuestra Historia reciente. La Historia ha sido injusta con muchos pueblos: con unos kurdos que se vieron repartidos entre países hostiles, unos armenios casi exterminados, unos húngaros a los que se les quitó la mitad de su territorio, etc etc y etc. Pero hablamos del pueblo castellano: el que ha dado (y sigue dando) todo por España, cuyo blasón aparece en el primer cuartel del escudo de todos los españoles,  cuyo idioma se habla en cuatro continentes, que sacrificó sus bosques para la construcción de los barcos que cruzaron la mar oceana y para pasto de los rebaños que proveyeron de lana a media Europa. Ese pueblo castellano, ni se le reconoce como tal, ni se le espera.

Los irlandeses estuvieron a punto de ser borrados del mapa por el imperio británico, que les abocó al hambre y la emigración, pero hoy día todo el mundo les conoce, su música popular ha conquistado a millones de personas, su identidad está más viva que nunca, en Limerick, Londonberry o Boston. Los escoceses se quejan amargamente de vivir sojuzgados por sus vecinos ingleses. Pero todo el mundo conoce el timbre de la gaita escocesa, las telas de sus kilts, el misterio de sus castillos y lagos, o la gesta de William Wallace.

Los castellanos, gracias a una labor de genocidio cultural sin parangón en toda Europa, en muchos casos ni se sienten castellanos. Nuestra identidad está siendo borrada con los medios más diversos: con el mestizaje intercultural (que no multiculturalismo), con el nacionalismo español, español, español (un cutrespañolismo torrentiano de torito de Osborne y selección, devoto no de “Frascuelo y de María” sino de Iniestas y FernandoAlonsos). Borrada en el norte por un provincialismo disfrazado de nacionalismo y basado exclusivamente en la mitificación de un pueblo prerromano exterminado por Roma y una identidad construida sobre la tenencia de vacas y un dialecto asturllionés. Por no hablar de los diversos señoritingos: los que desde la prosperidad que da la agricultura vitivinícola y la horticultura o desde la prepotencia de la capitalidad del Reino, desprecian cuanto ignoran (qué Machadiano estoy) y desprecian fundamentalmente a una Castilla que identifican, ora con lo rural y lo paleto, ora con gestas históricas pasadas.

Colonialismo interior, un pueblo que ha perdido el orgullo (y los huevos), una ciudadanía que sólo se moviliza por el fútbol o un concurso de televisión. ¿ No son motivos suficientes para reivindicar ? Amo a mi tierra. No me da vergüenza. Conocí el mediterráneo de adolescente. Mi infancia transcurrió en lás riberas del Eresma, del Tajo y del Henares. Entre trigales, casas de adobe y piedra, entre el olor del ovino y la música de los chopos. Ya soy demasiado mayor para cambiar.

No pido a nadie que me entienda o comparta mis sentimientos. Sólo pido respeto. No se me respeta ni a mi ni a mis padres y abuelos, que tanto amaron estos ríos, estos campos, y ciudades ingratas como Madrid.  Los mismos que se reconocen en su idioma gallego o en sus tradiciones andaluzas ridiculizan mi identidad y no respetan mis creencias. Ya estoy harto, y voy a obrar en consecuencia. No voy a perder ni un minuto de mi tiempo con quien no quiere ver más allá de sus prejuicios. Que me dejen a mi con los míos.

¿Soñadores transnochados, “nacionalistas con boina”? Si ser nacionalista es ver con dolor la decadencia y el abandono de la tierra de tus antepasados, entonces lo soy.

Si ser nacionalista con boina es indignarse al ver cómo tus propios paisanos renuncian a defender sus raíces, cómo se disfrazan de rocieros y acuden a ferias de Abril mientras ridiculizan o ignoran sus propios bailes y tradiciones, lo soy.

Si ser nacionalista con boina es estar hasta los mismos de esos tontos útiles del sistema que se sienten  “ciudadanos del mundo” mientras el agua de su casa viene de Guadalajara (Sorbe), comen pan elaborado con harina de Aranda y comparten medio físico e Historia no con el Senegal, sino con otras provincias mesetarias, lo soy.

Si ser nacionalista con boina es tener que enfrentarme con esos que hablan de acabar con las fronteras en el mundo mientras aplauden unas estúpidas fronteras entre Meco y Azuqueca o entre Valdemoro y Seseña, lo soy.

Esos queridos y entrañables ciudadanos tan abundantes en Madroñistán, escandalizados porque muchos catalanes no se sienten españoles, mientras ellos no se sienten castellanos (la paja en el ojo ajeno)-Sois muchos, puede que seáis mayoría, pero sois  o tontos útiles, o ignorantes, o malintencionados, o hooligans de unos y otros, o nacionalistas españoles de la peor especie (1)

En fin, que ayer  (por la concentración "Castilla necesita voz propia" de mayo en Valladolid) nos congregamos un puñado de personas hartos de todo esto. Pocos, incluso algunos con visiones ideológicas y/o territoriales antagónicas. Unidos por una tierra que agoniza. 14, 17, 11 ó 19 provincias.  Ante una situación de ninguneo total, hay que resistir. Resistir para existir. Y mañana discutiremos todo lo demás. Si es que hay mañana para nuestra gente y para nuestra identidad.

Críticos y enemigos tenemos en cada esquina: desde el hooligan gallego que baja a la meseta a insultar y faltar, hasta el cateto manchego, burgalés o segoviano que no se habla con el de la provincia (o el pueblo) de al lado.  Desde el prepotente valenciano que dice que habría que bombardear todo el interior peninsular, exterminarnos y dejar la meseta como reserva de agua dulce para sus huertos hasta el provinciano que culpa de todos sus males a Pucela, a Toledo o a Madrid. Desde el montañés o el riojano que preferirían una trepanación sin anestesia a considerarse paisanos de uno de Burgos o Soria. Desde el señorito cosmopaleto madrileño que cree vivir en el centro de Manhattan en vez de en el centro de la meseta, hasta el panmancheguista que niega la identidad de la Alcarria de Guadalajara, la serranía de Cuenca o el resto de comarcas del sur.

Pero los peores, los lastres interiores: esos que dicen llamarse castellanistas, pero nunca apoyan o vienen a nada (“es que esos hablan sólo de Castilla y León”, “no, es que el acto es de los pancastellanistas”, “no me junto con carreteristas”, “es que los de ese partido me caen mal”, “yo con vosotros, no me voy ni a por vino”…). Todos esos castellanistas de teclado que elaboran mapas y sesudos tratados sobre las comunidades de villa y tierra y son incapaces no ya de desplazarse a 30 km. de su pueblo, sino de colaborar en una página de internet . Todos esos que ponen pegas a todo mientras otros damos la cara en la calle arriesgándonos a que nos la partan un día (ayer estuvimos muy, muy cerquita). Luego están esos que se desplazan cientos de kilómetros para celebrar  el primero de mayo en Madrid mientras un sexagenario de Cuenca se desplaza cientos de kilómetros para reclamar un futuro para el medio rural de su “autonomía”.

Puede que seamos la última trinchera, si nadie nos da el relevo. Puede que estemos haciendo muchas cosas mal. Puede que la música folclórica castellana ya no atraiga a la gente (¿qué opción nos dáis? ¿qué pongamos sevillanas en un acto del PCAS? ) Sin duda muchas cosas deberían cambiarse. Pero desde luego nunca se nos podrá echar en cara que nos quedamos en casa. Ayer , en Pucela, hubo más seguidores del Deportivo de la Coruña que castellanistas en las calles de Valladolid. Y eso debería darnos que pensar a todos. Y no sólo que pensar, sino de salir a la calle a darlo todo.

 
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sábado, 12 de octubre de 2013

El autonomismo uniprovincial hunde el puerto de Santander (publicado en el blog “reunificación castellana”

 
Por Javier Martínez

Los recientes datos de tráfico de mercancías en los puertos españoles entre 2011 y 2012 confirman el desastre, el fracaso del puerto de Santander y de la uniprovincial autonomía al margen del resto de Castilla. A las ya de por si raquíticas cifras del puerto de Santander de los últimos años, se le une ahora una espectacular caída del 46’92%, la segunda más alta de España, lo que contrasta con el recobrado empuje de Bilbao (+6,52%), Ferrol (+68,82%) y Gijón (+35,55%), sus principales competidores. Y ello en un momento de claro auge del sector portuario español. No solo eso, el puerto castellano se sitúa en el puesto 25 de un total de 27, cuando en 2006 era el 16, y en el siglo XIX el 6º. Así lo recordaba el “castellanista” Fco. Ignacio de Cáceres y Blanco, ex consejero de Obras Públicas cántabro, en 1983 (Diario Montañés, 14/10/2007).

La desconexión político-administrativa de La Montaña de su hinterland, o área terrestre de influencia natural, que no es otra que el resto de Castilla, la meseta, se paga cara. Asturianos y vizcaínos, más hábiles, han situado ya, o proyectan hacerlo, puertos secos en la meseta, mientras Santander, que podría tener cuasi en exclusiva, y ventaja en ese mercado de haber seguido unida a Castilla la Vieja, pierde la carrera. Y todo para conseguir poltronas autonómicas de la uni-provincial neo-región cántabra cuatro espabilados, que además, reniegan interesadamente de todo lo castellano, de sus raíces castellanas. El resultado de esa ideología local neo-indigenista, consistente en saltarse y borrar varios siglos de la historia castellana de Santander (cuna de la primera Marina de Guerra de Castilla), y basada en el verde-paisajismo irrelevante para crear una nueva identidad regional, es ya un hecho constatable: la economía y la autonomía de Cantabria es un fracaso, se mire por donde se mire. Santander, pudiendo ser la perla del Cantábrico, es la nada.
"La desconexión político-administrativa de La Montaña de su hinterland, o área terrestre de influencia natural, que no es otra que el resto de Castilla, la meseta, se paga cara"

Evolución 2011-2012 del número de contenedores TEU movidos en los puertos españoles (Fuente: Puertos del Estado).


Por otra parte, del análisis de la tabla expuesta, pueden concluirse varias cosas. Valencia (+3,29%) sigue líder y arrasa cada día más a Barcelona (-13,11%), que suma su sexto año consecutivo de caída aunque mantiene la tercera plaza. Valencia se sitúa como destacado primer puerto español (cuota espectacular del 31,9%), primer puerto del Mediterráneo, quinto puerto europeo y 30º del mundo (el primero es el chino Shanghái). Algeciras (+12,99%), se mantiene como segundo puerto español (cuota no menos impresionante del 29,1%) y del Mediterráneo, muy cerca de Valencia. Entre ambos copan el 61% del tráfico nacional, ahí es nada. Tarragona (-16,34%), también pierde terreno en favor de Castellón (+22,89%), que ya le pisa los talones.

Si a esto le añadimos que Francia acaba de retrasar (hasta 2030 o 2050), inversiones en todos los corredores ferroviarios de mercancías transfronterizos que enlazan con España “porque están lejos de la saturación”, habría que preguntarse si no se debería cambiar la prioridad de ejes ferroviarios a la hora de invertir en España.

A “espaldas” de Valencia se encuentran dos grandes urbes industriales sin puerto, Madrid y Zaragoza. Dos grandes ciudades que además son complementarias con aquella, no compiten, crean sinergias; ambas están unidas al puerto levantino directamente por dos líneas férreas, a través de Cuenca y Teruel respectivamente, casi del siglo XIX (líneas sencillas y sin electrificar). ¿No deberían ser éstos dos ejes prioritarios? Por otro loado, a “espaldas” de Algeciras, también está el gran Madrid. Para que ese eje sea realidad, falta un corto tramo ferroviario entre dicho puerto y Bobadilla (en el interior malagueño) que por otra parte, es común a los corredores central y mediterráneo. ¿No debería de ser este el tercer tramo prioritario para el Gobierno de España?

¿Y Barcelona, qué hacemos con Barcelona? Mientras se mantenga el órdago secesionista y/o la deslealtad permanente, nada. No interesa. Y nada indica que eso vaya a cambiar. Su actual suave decadencia será inexorable y acelerada en favor de Valencia si tal secesión de España, y no lo olvidemos, de la UE, se culmina. A nuevas fronteras, nuevos aranceles y huída de la industria y el comercio. Valencia es ya la ciudad clave del Mediterráneo, como Santander (y no Bilbao), debería serlo en el Cantábrico.
"Valencia es ya la ciudad clave del Mediterráneo, como Santander (y no Bilbao), debería serlo en el Cantábrico"
Ahora imaginemos por un momento que estuviese construida la Travesía Central del Pirineo (TCP), un túnel de baja cota de unos 40km, del Corredor Central ferroviario de mercancías que llegase hasta Tolouse (Francia). Esa será, o debería ser, la nueva España.
 
( Publicado en el blog “reunificación de Castilla” en agosto de 2013)











jueves, 10 de octubre de 2013

Saludos castellanos

Iniciamos hoy una nueva singladura esperando que contribuya a la reflexión sobre la necesidad de una reunificación de las comarcas y tierras que constituyen las dos Castillas históricas (Castilla la Nueva y Castilla la Vieja).

El por qué de esta nueva bitácora:  surge ante lo anárquico, heterogéneo y en ocasiones chocante que resultaba mi blog personal, en el que primaba mi compromiso con el castellanismo, pero en el que cada vez más he ido introduciendo mis inquietudes y reflexiones personales sobre todo lo divino y humano.

Así que esta bitácora nace como instrumento de concienciación y de divulgación sobre todo lo concerniente a las tierras de Castilla.

Y comenzamos reproduciendo las palabras de presentación de la página "Por la Unidad de las Tierras de Castilla" , grupo precursor y catalizador del castellanismo en las redes sociales:


" CASTILLA ha renunciado desde hace siglos a su identidad, su historia y hasta su futuro en beneficio de un proyecto común, en beneficio de la propia España,

Como dice el refrán, "de Santander a Puertollano, todo el campo es castellano".

Castilla necesita un nuevo enfoque, necesita reformular su posición en España. Las actuales autonomías castellanas no son sino los restos de un naufragio. Hemos perdido nuestro ideario tradicional y se ha troceado a nuestra tierra, diluyendo nuestra conciencia común.

Este grupo es para todos aquellos que, desde la Montaña hasta Sierra Morena, se sienten orgullosos de lo que son: castellanos y castellanas.

Castellano/a: Bienvenido al grupo, a tu grupo."